Determinación del nivel de exposición por pm en el área urbana de Santa Marta durante el año 2014

Abstract

El acelerado desarrollo que presentan las ciudades hace que estas comiencen a sufrir problemas como la contaminación atmosférica (Gil et al., 1997), la cual tiene incidencias negativas en la calidad del aire debido a que se manifiesta en una mayor demanda de energía y un acelerado consumo de combustibles fósiles (Gaitán et al., 2007). Este tipo de contaminación afecta principalmente a la población infantil (menor a 5 años) y a los senescentes (mayores de 65 años) (Oyarzún G., 2010) los efectos que comúnmente se reportan son en vías respiratorias debido a que son contaminantes cuya vía de entrada al organismo es la inhalatoria (Rosales-Castillo et al., 2001). A raíz de esto la calidad del aire se ha convertido en un problema ambiental para los países desarrollados y en desarrollo. El distrito de Santa Marta no es ajeno a estos problemas producidos por la contaminación atmosférica, según García et al., 2006 Santa Marta es un asentamiento poblacional con 594.000 habitantes, que muestra alteraciones importantes de calidad del aire presentando una amenaza potencial para la salud pública de las personas que habitan la ciudad, además de esto la ciudad se caracteriza por la presencia de puertos carboníferos en cuyas actividades se emite material particulado al ambiente de manera fugitiva o influenciada por parámetros meteorológicos, sumado a esto el parque automotor, el mototaxismo, entre otras, son fuentes de PM (Vergara et al., 2013). Por lo anterior se ha implementado un Sistema de Vigilancia de la calidad del aire dirigido por la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (CORPAMAG). La cual se encarga del monitoreo de PST (material particulado suspendido total) y PM10, (material particulado menor a 10 micras), los cuales se catalogan como contaminantes criterio según las Resolución 610 del 2010 formulada por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. El PM10 que en Santa Marta es vigilado por la Red de Vigilancia de CORPAMAG es uno de los contaminantes atmosféricos más estudiados en el mundo (Arciniegas, 2011). Se ha asociado con fenómenos irritativos como tos crónica, ronquera, síntomas respiratorios nocturnos, neumopatías, bronquitis, asma bronquial y cáncer pulmonar, la inhalación de partículas finas a concentraciones menores a la 10 concentración estándar, induce un riesgo elevado de muerte prematura, incremento en las admisiones hospitalarias y una serie de otros efectos adversos para la salud (Gil et al., 1997). Además de los efectos que puede llegar a causar en los seres humanos, el material particulado en el plano ambiental puede generar la acidificación y eutrofización de suelos y aguas superficiales.