Los hábitos alimenticios y la higiene como factor de desarrollo infantil de los habitantes del barrio "Villa del Rosario" de la ciudad de Barranquilla

Abstract

«La teoría se ha refinado, los métodos se han precisado y toda la calidad de la ciencia se ha mejorado infinitamente». Aunque son muchos los campos del desarrollo infantil sometidos a investigación o estudio, vale decir que los aspectos sobre los que más se ha trabajado son sin ninguna duda los relacionados con el desarrollo en nuevas investigaciones son las relacionadas con la importancia relativa de la herencia y el ambiente en el desarrollo del infante. En la actualidad el trabajo realizado a lo largo del tiempo permite confirmar la creencia del desarrollo se debe no a la maduración de los potenciales hereditarios solos, ni las fuerzas ambientales exclusivas, sino a una interacción de ambos factores. Por esta razón, a pesar de las múltiples investigaciones realizadas en torno a la influencia de una dieta alimenticia determinada en el desarrollo integral de la niñez, los resultados obtenidos a través de ellas siempre se referirán a una comunidad en particular, por lo que su generalización no resulta del todo conveniente.

En lo que respecta a los países del tercer mundo, la tendencia generalizada ha sido que este tipo de trabajos sean realizados por organismos estatales o entidades internacionales como el Banco Mundial, la UNICEF o la O.M.S., como estudios previos para la adopción de políticas de salud y la implementación de proyectos encaminados a mejorar los niveles de desarrollo de la población. Uno de los fenómenos que con mayor fuerza ha golpeado a la gran masa poblacional de Colombia, tanto en el campo como en las ciudades, han sido sin ninguna duda el fenómeno de la violencia en sus múltiples facetas, la producida por los partidos políticos, por el narcotráfico, e incluso la propiciada por algunos organismos del estado. Siendo así y sumando la falta de planificación, la poca y deficiente cobertura de los servicios públicos y la sorpresa de ver crecer desmesuradamente su población en poco tiempo, terminaron por convertir la ciudad en una estancia totalmente distinta a la visualizada y soñada por sus nuevos habitantes. Efectivamente la carencia y el costo de vivienda obligó a los desplazados a ubicarse en terrenos carentes de infraestructura de servicios básicos surgiendo paulatina pero ininterrumpidamente una serie de comunidades caracterizadas por la miseria.

La necesidad de un techo no dio elección a los materiales de construcción y a las características de los terrenos donde se levantaron las viviendas, lo importante, o prioritario era conseguir un sitio donde vivir y las condiciones de vida pasaron a un lugar secundario.

Todas estas particulares circunstancias nos hacen pensar que estudios de esta índole no solamente están justificados a la luz del quehacer académico, sino que se hacen impostergables en un medio en que los índices epidemiológicos constituyen un plan factor de preocupación, debido a los costos en vidas que los mismos conllevan. Por otra parte, si partimos de la consideración de que éticamente, todo trabajo investigativo enmarcado con una ciencia en particular busca esencialmente servir al mejoramiento de la sociedad y de la calidad de vida de los individuos que hacen parte de ella, cualquier aporte en este sentido, por mínimo que parezca, amerita cierto reconocimiento.