(Universidad del Magdalena, Cine y Audiovisuales, 2018)
Espitia Lombana, Andrés Enrique; Universidad del Magdalena
La vida es rara e incierta, y en ella hay niños que por cosas del destino crecen sin la presencia y apoyo de un padre o una madre, es algo desconcertante y triste que un niño no puede entender, ni mucho menos controlar. Pero de alguna manera la vida en ocasiones se equilibra, colocando una figura en su camino que los guía y los protege brindándoles lo que necesitan para crecer. Una figura paterna es primordial en cuanto a formación de los niños se refiere. La presencia del padre ayuda a desarrollar una mayor autonomía e independencia, además de promover la adquisición de los valores sociales y el desarrollo moral. Estas figuras paternales en ocasiones pueden ser personas externas, es decir, que no pertenecen al núcleo familiar como tal. Esos ángeles pueden tener muchos nombres y ser llamados de diversas maneras, pero en esta ocasión, en esta historia, contaré como para algunos de nosotros esos ángeles tienen un nombre específico, inconfundible e irreemplazable, Abuelos.